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125 g de mantequilla
1/2 taza de azúcar extrafino
2 huevos (con las yemas y las claras separadas)
100 g de almendras molidas
2 gotas de esencia de almendra
2 cucharadas de ron
1/2 taza de leche
24 galletas dulces rectangulares
1 1/4 tazas de nata líquida, batida
1 1/2 tazas de almendras, tostadas y laminadas.
Bata la mantequilla y el azucar en un bol pequeño hasta obtener una mezcla ligera cremosa. Agregue las yemas de huevo
y siga batiendo. Incorpore las almendras y la esencia y mezclelo bien.
Ponga las claras de huevo en un bol pequeño seco. Con
una batidora eléctrica, bátalas hasta que estén a punto de
nieve. Con una cuchara metálica, mezcle las claras
montadas con la mezcla de las almendras. Refrigere la
preparación durante 20 ó 30 minutos, hasta que esté consistente pero no dura. Mezcle el ron y la leche en un plato llano.
Humedezca seis galletas en la mezcla de ron y leche.
Dispóngalas sobre una lámina de papel de aluminio en dos
filas largas, de manera que formen un rectángulo.
Cúbralas con una tercera parte de la mezcla de almendras.
Repita la operación otras dos veces, finalizando con una capa de galletas. Envuelva bien el pastel con papel de aluminio
y guárdelo en el frigorífico durante toda una noche. Antes de servirlo, dispóngalo sobre una fuente de servir. Adórnelo con
nata montada y almendras tostadas laminadas.
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