125 g de galletitas de chocolate
1/2 cucharadita de canela en polvo
60 g de manteca fundida

Relleno

1/4 taza de agua
1 cucharada de gelatina
375 g de queso cremoso
1/2 taza de leche
1/2 taza de azúcar
60 g de chocolate blanco fundido
60 g de chocolate negro fundido
60 g de chocolate con leche fundido
1 taza de crema batida

Forre con papel aluminio un molde redonde desmontable para tortas de 20 cm, pinte las paredes con manteca.
Triture las galletitas en la picadora durante 30 segundos, páselas a un bol añada la canela y la manteca y mezcle todo bien.
Apriete la mezcla sobre la base del molde y métalo en la heladera durante 20 minutos hasta que la mezcla este firme.

Para el relleno: ponga el agua en un bol resistente al calor espolvoree dentro la gelatina y ponga el bol sobre otro con agua hirviendo lentamente, remueva hasta que se disuelva y deje que se enfríe un poco.
Bata el queso hasta que se ablande; añada la leche y el azúcar y bata para mezclar todo bien.
Divida esta mezcla en 3 partes.
Inorpore el chocolate blanco en una, el chocolate con leche en otra y el chocolate negro en la tercera,
Agregue a cada una de estas 3 mezclas 1/3 de la gelatina y luego incorpore con suavidad 1/3 de crema batida en cada porción.
Extienda la mezcla de chocolate blanco sobre la base de galletitas; cubra cuidadosamente con la mezcla de chocolate con leche y extienda por último la mezcla de chocolate negro.
Meta la tarta en la heladera durante 3 horas o hasta que cuaje.
Decórela con crema batida y discos de chocolate.