Masa quebrada:
2 cucharadas de cacao en polvo
1/2 taza de harina común
1 cucharada de azúcar
45 g de manteca en trozos
1 cucharada de agua
Relleno:
500 g de queso cremoso
2 cucharadas de ralladura de naranja
1/4 taza de jugo de naranja
3/4 taza de azúcar
3 huevos
1/3 taza de harina
1/4 taza de crema de leche
1 cucharada de Grand Marnier
100 g de chocolate derretido
Precaliente el horno a 180ªC.
Pinte con aceite un molde redondo desmontable de 23 cm; forre la base con papel manteca y engrase éste.
Bata el cacao, la harina, el azúcar y la manteca durante 30 segundos o hasta obtener una mezcla fina y de aspecto migoso.
Añada el agua y bata otros 10 segundos hasta que los ingredientes se incorporen bien; vuelque la mezcla sobre una superficie
ligeramente enharinada y trabájela suavemente.
Estírela para cubrir la base del molde, póngala en éste y métalo en la heladera 15 minutos.
Ponga una hoja de papel manteca, cubriendo la masa y extienda encima una capa de porotos secos o de arroz.
Hornee a blanco durante 10 minutos, saque el molde del horno, retire el papel con los portos y horéelo durante 5-10 minutos
para terminar de cocer la masa.
Enfríela.
Para el relleno: bata con la batidota el queso con la ralladura hasta que quede ligero y cremoso; añada poco a poco el
jugo con el azúcar batiendo hasta que la mezcla quede homogénea.
Agregue los huevos de uno en uno, batiendo vien después de cada adición.
Tamice encima la harina e incorpórela con la crema y el Grand Marnier.
Mezcle en un bol el chocolate derretido con una taza de la mezcla de queso; extienda el resto de la mezcla de queso sobre
la masa.
Ponga la mezcla de chocolate a cucharadas salteadas sobre la crema de queso y haga remolinos con un tenedor o con una
aguja de tejer.
Hornee la tarta durante 30-35 minutos o hasta que se cuaje.
Enfríela 3 horas antes de servirla decorada.
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