INGREDIENTES:
7 yemas
1/2 copita de coñac (o gin o grappa)
3 cucharadas de crema de leche
Cantidad necesaria de harina
2 tazas de azúcar impalpable tamizada
Un poquito de agua caliente
100 g de nueces picadas
Grageas de colores... ¡o lo que se le ocurra para salpicar la superficie del alfajor!
Cantidad necesaria de dulce de leche
Bata las yemas en un bol hasta que espesen como una mayonesa (yo que usted uso la batidora...).
Sin dejar de batir, agregue de a poco la crema y el coñac.
Deje de batir y mézclele de a poco la harina necesaria hasta unir todo en un bollo tierno que no se pegotee.
Vuelqúelo sobre la mesa enharinada y amáselo hasta obtenerlo liso y suave.
Luego déle forma de cilindro y córtelo en tajadas del y 1/2cm de ancho.
Estire las tajadas por separado dándoles forma circular y dejándolas finitas como papel.
Recórtelas con un disco playo.
Una los recortes y haga más discos.
Coloque los discos sobre placas enmantecadas y enharinadas, pínchelos totalmente con un tenedor y cocínelos hasta que
estén bien séquitos y suavemente dorados.
Luego déjelos enfriar (ojo pues son muy frágiles).
Para la terminación: con un poquito de dulce de leche fije el primer disco a una fuente redonda y arme el alfajor superponiendo
los discos con suficiente dulce de leche.
Una vez armado ¡empuñe un cuchillo serrucho y empareje los costados del alfajor! (Los bordes deben quedar cubiertos de
dulce de leche para adherirles las nueces bien picadas.)
Obtenga un baño opaco y espesito que corra por si sólo, mezclando con una cuchara el azúcar impalpable tamizada mientras
vierte de a poco chorritos de agua caliente. Viértalo sobre la superficie del alfajor y deje que chorree libremente.
Antes de que el baño se seque, salpique La superficie del alfajor con grajeas de colores o perlitas plateadas.
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