1 kg de batatas
150 g de azúcar impalpable tamizada
Cantidad necesaria de cacao dulce
Cantidad necesaria de esencia de vainilla
200 g de manteca
200 g de nueces licuadas
2 cucharadas de coñac o whisky
1/2 cucharadita de café instantáneo
Azúcar molida, para espolvorear
Crema chantillí y
virutas de chocolate, para decorar
Lave bien las batatas cepillándolas bajo la canilla. Póngalas a hervir en abundante agua. Pélelas raspándoles la cascara y
luego tamícelas en un bol.
Mézcleles 125 g del azúcar impalpable y el cacao necesario hasta obtener una mezcla marroncita, del color de las castañas.
Agregúele esencia de vainilla -y pruebe...- hasta que la mezcla tenga el sabor de las... ¡castañas! Reserve.
Para el relleno bata la manteca hasta que esté cremosa.
Únale los 125 g de azúcar impalpable restantes.
Agregúele las 2 cucharadas de coñac o whisky, las nueces molidas y el café instantáneo. Reserve.
Extienda sobre la mesa un repasador y espolvoréelo con azúcar molida.
Vuelque el puré de castañas en el centro y, con una espátula mojada cada vez en agua fría, extienda la pasta en forma
rectangular, dándole un espesor de 1 cm.
Cubra el rectángulo con la crema de nueces, extendida en forma pareja
Enrolle el puré de castañas desde el extremo más angosto, ayudándose con el repasador
Deslicelo sobre una fuente y estaciónelo en el freezer hasta que esté bien firme.
Sirva en rodajas, adornando cada una con un copo de chantillí y virutas de chocolate.
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