INGREDIENTES:

1 docena de bizcochos de vainilla
1/2 litro de leche
1 chaucha de vainilla
6 yemas
3/4 taza de azúcar y cantidad extra
Cantidad necesaria de mermelada de frutillas
Cantidad necesaria de whisky
1 taza de crema chantillí

Varios:

100 g de chocolate cobertura, cortado en trocitos
Papel aluminio

Lave las frutillas, escúrralas y pártalas por la mitad a lo largo (reserve algunas enteras para decorar).
Espolvoree esas mitades con azúcar y reserve.
Para la crema: hierva la leche en una cacerola y agregúele la chaucha de vainilla cortada por la mitad, a lo largo. Reserve.
Bata en un bol las yemas y los 3/4 de taza de azúcar hasta que estén bien cremosas.
Cuele la leche que hirvió y, en caliente, viértala de a poco sobre el batido de yemas, mezclando rápidamente. Vuelque en una cacerola limpia y mezcle sobre el fuego mientras revuelve con cuchara de madera hasta que la mezcla espese, pero sin que hierva (si hierve, se corta).
Vuelque enseguida en un bol frío para cortar la cocción. Tape con papel film hasta que la crema se enfríe.

Para el armado:

Corte las vainillas a la mitad, a lo largo, úntelas con la mermelada de frutilla y reármelas formando sandwichitos. Elija copas anchas para armar el postre.
Corte los "sandwichitos" de tamaño tal que se puedan para rellenar las copas hasta la mitad.
Rocíe con whisky.
Cubra las vainillas con un zócalo gordito de frutillas azucaradas y tápelas con una buena capa de la crema inglesa fría que preparamos al principio.
Decore las copas con la crema chantillíy llévelas a la heladera.
Mientras... derrita el chocolate en un baño maría suave. Retire y deje enfriar hasta que apenas espese.
Colóquelo en una manga con boquilla lisa chica y trace arabescos sobre una hoja de papel aluminio ubicada sobre una placa.
Endurezca las figuras en la heladera, despegúelas con cuidado y decore clavándolas en las copas.

La crema del triffle debe dejarse enfriar tapada para evitar que se le forme nata en la superficie. Otra opción: una vez preparada la crema y volcada en un bol, ponerle en el centro un trocito de manteca. Esta, al derretirse, evitará que se forme una película en la superficie.